jueves, 31 de enero de 2008

Navidad e inicio de 2008 en Italia


Con motivo de las fiestas de fin de año y de inicio del 2008, la población de Merazlavia la Chica se trasladó al continente europeo. Se voló a Pisa y de ahí se viajó en medio del frío paisaje en tren a Novara, donde se encontraron con Manfredi y Concepción. El mismo día de la llegada se unieron Carola, Ricardo y Bruno Martínez, quienes aceptaron compartir parte de la estancia en Italia.

Se festejó la Nochebuena con la exquisita cena orquestada por Manfredi, Concepción, Diana y Valeria y se departió alrededor del fuego en la tradicional apertura de regalos. Los demás días transcurrieron con parsimonia, reconociendo la ciudad de Novara. Se visitó también el poblado de Orta, a orillas del lago del mismo nombre; Galliate, para visitar a Betty Fusi y su familia; Trescore Balneare, para pasar el día de Navidad con los Peloggio; y se realizó una expedición a la cosmopolita ciudad de Milán con los Martínez. Ya en el 2008 se visitó el poblado de Alagna, para ver la nieve en la montaña y se emprendió el recorrido de regreso, contra nieve y lluvia, el cual incluyó en su paso las ciudades de Siena y Lucca.
Mas imágenes en los reportajes fotográficos de diciembre y enero de 2007-08 del "Álbum del Shock de Nottingham".


miércoles, 23 de enero de 2008

A ese lugar que siempre eres

Para Chayo, mi madre.

Desde el origen me parece eres sinónimo de casa. No de las pocas que dibujamos los arquitectos cuando nos dejan, sino de las aun menos que abrigan hogares y cálidas resguardan del frío y de la tristeza. Que confortan los cuerpos y las almas cansadas, con oídos de comprensión y chocolate caliente. Además de los usuales olores de canela, de horno, de ajo y de mango, el aire que te llena lleva, comentarios jocosos que, inofensivos a costa de los otros, nos adoloran el vientre de la risa y algunos silencios a veces rencorosos para meditar antes de seguir gozando un buen tequila, un vino, un café.

(¿Qué te cuentan todos estos años de vida?...)

Materiales de esa casa no son los tabiques ni la mezcla de arena, de grava y de cemento. Ni las maderas finas, ni los mármoles caros son su suelo. Esta casa que tú eres tiene el piso de tierra, pero siempre barrido, para que pies desnudos de propios y de extraños, no extrañen un servicio de humildad exhibida y que a gusto se sientan, y que a gusto se sienten. Y sobre de ese suelo que es el mundo, tu centro como casa estoy seguro es la mesa, donde compruebo siempre que no hay placer mas grande que agruparse en torno a ella, en la reunión de corazones grandes para amasar las palabras oídas con las dichas. Si, eres una gran casa que me espera en juiciosa señora, pero eres además casa que generosa entrega sopas y guisados para razas enteras.

( ...para mi luces como hace unos años en que, haciendo mis pininos en el Volkswagen, me decías que frenara al manejar, como si eso fuera garantía de seguridad, como si acelerar no fuera a veces la receta...)

Pues esta casa que eres está hecha, como en los buenos cuentos, de paredes de galleta de naranja. El techo no es de tejas ni madera. A esa casa la protegen del cielo, de otros mitos y de otras realidades, la desnudez certera del hoy y de la vida que traemos a cuestas, y que a ratos olvidamos abajo de las colchas, sólo para encontrarla de nuevo en la mañana. Tu techo no me da sombra sólo cuando la busco, cuando la necesito y estoy cerca, pues apretando los ojos un poco y con memoria, construyo un techo a imagen y semejanza del que tienes. Bajo él a veces duermo tranquilo en la distancia con ese melancólico placer de recordarte.

(...o años antes cuando nos dabas un jugo de naranja licuado con huevo, cuyo contenido completo solo supe muchos años mas tarde...)

Por tus ventanas se conoce de ironías y se ve claro a los que falsean con su imagen bien o mal ganada. A través de ellas miras más allá y distingues, cuándo hay ojos que ocultan el alma que los trae cargando, ventanas que se tornan confesionario atento, a las voces que no hallan la magia que perdona.
Eres casa viva que no se asusta con los muertos, sino a veces con los vivos que le andan cerca, que no se deja marear con las historias de final feliz que regalan en las malas novelas y que por eso puede aconsejar, y lo hace, teniendo bien despierta la existencia en la mano, para sopesarla sin acudir a tanta filosofía, como hacemos los que tenemos que estudiar lo que no entendemos.

(...o aun antes cuando te cantaba en la cocina de Zempoala con un mini tocadiscos de juguete...)

Eres lugar que no guarda malos sentimientos por más de un día o dos, sabiendo que no sirven para nada, mas no por ello pierde la memoria en la que atesora hechos del pasado, fechas de cumpleaños, teléfonos, caras, nombres y direcciones, para aquel que pueda requerirlos. También de recuerdos se puebla esta casa.

(...canciones de la época, antes de irme a esconder, cuando llegaba mi pa, abajo de la escalera para el rito del "borrego barato". Como se dice, ya
llovió...)

Eres prodigioso espacio que no oye lo que quiere, me escucha. Que no me dice lo que quiere, me responde. Que no busca entregarse para estar bien con nadie, auténticamente sólo sabes ser esta casa. Por eso no recibes seguido falsas reinas, pomposos embajadores y demás cortesanos, aun cuando sin embargo te has labrado, con virtudes y defectos que en míticos pasados te hubieran convertido en palacio de justos monarcas. Eres tú, madre, la casa de mi nostalgia. Ese suave dolor que me da estar a distancia y que también curo pensando en ti de vez en cuando, cuando a mí alrededor y en inglés está lloviendo tanto.

(...coge tu sombrero y póntelo, vamos a la playa calienta el sol...)

Madre desde acá miles de abrazos hasta ese sol que extraño y de regreso.